miércoles, 22 de febrero de 2012

Incio de clases el 05 de marzo a las 8:15



Su hijo se ha pasado más de dos meses divirtiéndose, viviendo a su propio ritmo y haciendo prácticamente lo que quería. Volver al ritmo de la escuela no es algo fácil para él. Para pasar este pequeño trance (que puede ser grande para él), necesitará de tu ayuda. Para ello, deberás estar un poco más disponible que habitualmente y que le entregues todo tu afecto. A continuación te presentamos una serie de consejos que os serán de gran ayuda a los dos para evitar estrés postvacacional en el niño.


Acostúmbrale a los nuevos horarios: Después de largos despertares y noches estivales, el niño necesita adaptarse al nuevo ritmo escolar. Para que éste no sea traumático, unos días antes del comienzo de las clases avanza la hora de ir a acostarse y la de despertarse. De esta forma, su cuerpo se irá habituando al nuevo horario y el comienzo no será tan duro.

Prepáralo psicológicamente: En los días previos al día del retorno, debes ir hablándole de la escuela. Explícale por qué va allí y cuáles son las ventajas de ello. Los argumentos deberán adaptarse al carácter y a la edad del niño: Va a reencontrarse con sus compañeros, a hacer nuevos amigos, a descubrir nuevas actividades, a aprender cosas nuevas que le ayudarán a crecer,…

Cálmalo: Si está angustiado y cuando le hablas de la vuelta llora, cálmalo. Dile que comprendes sus angustias porque va a cambiar de maestra, de clase, etc. y que a su edad tú también tenías esos miedos los días previos a la vuelta al cole. Pero explícale que luego no pasa nada, que haces muchos amigos. Además, recuérdale que en caso de dificultades, estarás a su lado para ayudarle a superarlos.

Prepáralo para ser autónomo:
Sobre todo cuando son pequeños, la falta de autonomía puede crear un verdadero estrés. Para evitarlo, enséñale a desvestirse y a vestirse sólo. Ayúdale a identificar su ropa, con etiquetas cosidas que lleven su nombre o una sigla que él pueda reconocer fácilmente. Además de darle confianza, esto evitará problemas frecuentes, ya que no es raro que dos niños lleven ropa parecida.

El primer día: El primer día de clase después de vacaciones, despertaos suficientemente temprano para evitar tener que correr. Hace falta que él tenga tiempo de despertarse bien y de tomar un buen desayuno. Si no tiene apetito (por los nervios, seguramente), no insistas y prepárale un buen almuerzo.

Acompáñalo a la escuela: Si tienes la posibilidad de hacerlo (y él quiere que lo hagas), acompaña al niño hasta su clase. Si no puedes acompañarlo, no te culpabilices, sino que explícale bien las cosas y trata de liberarte del trabajo pronto por la tarde para que pueda contarte su primer día de escuela.

Tomado de:

Guia de Padres

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